Sí, como ocurre con cualquier práctica. En primer lugar, las balas no sustituyen la atención sanitaria supervisada. Siempre es mejor consultar a un profesional de la salud ante cualquier duda relacionada con una lesión o condición médica (hemofilia, toma de anticoagulantes, etc.). De lo contrario, aunque las pelotas son una herramienta de rehabilitación eficaz cuando se utilizan correctamente, conviene evitar presionarlas sobre una lesión reciente para evitar que empeore el daño tisular. Tampoco debes realizar nunca el masaje directamente sobre un hematoma, una herida abierta o un hueso roto.

Es posible masajear casi todo el cuerpo utilizando las bolas, pero se debe evitar presionar con fuerza las siguientes regiones del cuerpo: ligamento inguinal (ingles), garganta/tráquea, apéndice xifoides (punta del esternón), regiones cercanas a los huesos. de personas con osteoporosis, túnel carpiano (dentro de la muñeca), cóccix y nervio ciático a la altura de los músculos isquiotibiales.